lunes, 29 de octubre de 2012

2 - El molinero






Esto son los restos del Molino Alto


Los oficios en general

El Fuero de Teruel nos da una información muy interesante sobre los oficios que se desempeñaban en los siglos XII y XIII. En él ya se legisla sobre los de pastores de vacas y ovejas, rabadanes, cabañeros, vaquerizos, cabreros, boyeros, porquerizos, duleros, exeas (eran los que transportaban las mercancías de un lugar a otro y a su cargo estaban los arrieros), molineros, horneros, hortelanos, mesegueros (los que cuidaban los sembrados y protegían las mieses), plateros y orfebres, zapateros, pellejeros, sastres, tejedores, bataneros, vinateros, leñadores, ladrilleros y tejeros, olleros, carniceros, pescaderos, mercaderes y revendedores.
        
Esta enumeración puede servirnos de guía para nuestro pueblo, aunque la mayor parte de ellos han desaparecido, al faltar las necesidades que los crearon. 

El molinero

Desde tiempos remotos, el molino era una empresa, muchas veces propiedad real y otras de realengo, propiedad de la nobleza, quien controlaba, como casi siempre en la historia, la riqueza y los bienes más elementales de las clases más desposeídas pero siempre también las más numerosas. Así sucedía con el pan y la harina, lo mismo que con el agua, la caza, el pontaje y muchas cosas más. Era la forma establecida a la fuerza para que los poderosos pudieran llevar una vida regalada, sin que les faltara la mejor comida y los mejores festines. Esto no es nada nuevo, ya que todo sigue más o menos igual.

Esto no implica para que el molinero antiguo, el trabajador del molino, llevara la vida de un esclavo, viviendo dentro del molino, casi siempre con su familia, y trabajando a todas horas, las que fueran necesarias - a full time, como diríamos ahora-, ya que la faena dependía del llenado de las balsas de agua para poder moler.

Después de este paréntesis, cuando los molinos ya eran de propiedad privada, pero siempre de ricos, como el resto de los negocios, eran tendentes a las transacciones comerciales y se alquilaban o se vendían. En el caso del molino de Cucalón, he sentido la tentación de hacer figurar en este trabajo, el anuncio que encontré en La Voz de Aragón del 31 de marzo de 1931, que decía:

Se arrienda desde el día o vende el molino de harinas y sus tierras de Cucalón (Teruel). Informes, señor maestro nacional de Torralvilla (Zaragoza).

Me estoy alargando en este punto un poco más de lo previsto. No obstante, vamos a precisar sus funciones explicando para los jóvenes cómo hacían sus madres o abuelas el pan que se comía diariamente y que hoy llamamos artesano.

La fabricación del pan en el medio rural aragonés y más específicamente en la comarca del Campo de Romanos, al menos hasta la década de los años 60, se realizó por el mismo procedimiento empleado a lo largo de sus vidas por todas las generaciones que habitaron esta zona. Incluso para la realización de las partes que se pueden considerar más industriales, como el molino, el torno de cerner o el horno de cocer y que hubieran sido propicias a alguna innovación, creo que eran tan rudimentarias en las fechas que yo las conocí, como lo serían durante varias centurias anteriores durante la época árabe o medieval.

En esta ocupación de fabricar el pan, como en casi todas las más elementales dedicadas a la subsistencia, intervenían cada uno de los miembros de la unidad familiar, en función de su edad, sexo y fortaleza, como en casi todos los trabajos rurales. Había una parte de trabajo duro y cotidiano y otra de ritual, en el que la mujer, generalmente joven, oficiaba de alquimista y hechicera para darle al pan con su toque personal el color, sabor y contextura que había de tener como obra finalizada y elemento básico en la alimentación diaria de una familia. Y este sello, además del externo en cuanto a formas y dibujos, diferenciaba los panes de unas casas a otras.
        
El proceso fase a fase, era el siguiente:

Moler el trigo

El molinero era aquél joven enharinado que hacía rodar la muela volandera sobre la solera transformando los granos en harina. Recorría la acequia al ponerse el sol tapando todos los "aguateles" para que el agua llegase sin pérdidas a las balsas de los molinos. Aquí había dos: el Alto y el Bajo. Por las mañanas los ponía en marcha y los agricultores podían regar sus fincas.

Para ampliar estos datos podemos leer el magnífico artículo titulado El pan y su influencia en Aragón, por Rafael Montal Montesa (Cuadernos de Aragón nº 24, Institución Fernando el Católico (C.S.I.C.), Zaragoza, 1997).
        
En la página 113 ("Conociendo de cerca un molino y un horno.- Un día moliendo en Cucalón") nos indica que los datos para este apartado se los ha facilitado muy amablemente el último molinero de Cucalón, Joaquín López Crespo, "artesano ejemplar de la molinería desde 1940, cuando Cucalón contaba con más de 170 familias, hasta 1960".

En otro párrafo dice que "un día normal de los comprendidos entre los meses de Diciembre a Marzo, era de un trabajo continuo; durante las 24 horas del día no se descansaba, ya que los caudales de agua eran lo suficientemente importantes para no dejar de moler. El trabajo se hacía distinto el resto del año, donde generalmente solo se molía de 6 a 8 de la mañana y de 6 a 8 de la tarde, tiempo que duraba el vaciado de las balsas de agua.

El molino situado en las afueras del pueblo, lo regentaban los miembros de una misma familia en régimen de alquiler, satisfaciendo la cantidad de 300 pesetas en los años cuarenta".

A su vez el molinero cobraba por "realizar el trabajo de moler, bien cuatro kilos de grano por saco de 70 Kg., o cuatro pesetas por saco, fórmula comercial menos frecuente".

En otro párrafo confiesa Joaquín que en aquella época se molía:

Trigo: para elaborar pan.
Garbanzos: para alimento de personas.
Maíz blanco: para cocinar las gachas.
Centeno: para alimento de personas y cerdos.
Almorta: para alimento de personas y cerdos.
Avena: para alimento de cerdos.
Cebada para alimento de cerdos.
Guijones: para alimento de cerdos.
Yeros: para alimento de ganado vacuno.
Braza: para alimento de ganado vacuno
Lenteja negra: para alimento de ganado vacuno.

Una vez molido el trigo, cada propietario se encargaba de trasportarlo con una caballería a su domicilio.
        
En la actualidad el Molino Alto está derruido y las balsas cegadas por la maleza. El Molino Bajo ha sido adaptado como vivienda y destinado a residencia de verano por sus propietarios.

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